viernes, 23 de marzo de 2012

La batalla de mi folio.

En una cara del dado está Amor.
En la otra cara está Odio.
Ambos habitan en mi corazón.
¿Quién ganará el pulso en mi folio?

En esta batalla naval,
mi aval
no será en balde.
El poeta banal
en el infierno arde.
Y ya ves,
que el fuego
no perdona a sus víctimas.
Él alimenta mi ego
y da juego
a mis líricas.

En esto mi cruzada
es mantener la mano alzada
por la lucha.
La bandera de mi alma
siempre izada
por aquel que escucha
la voz del que tiene algo que decir,
de quién se refugia en su cabeza
para saber qué sentir.

¡Y es para reír!
El pensar que cada rima es souvenir
cuando pedacitos de mi alma
se derraman
por el folio cual elixir.
¡Pero necesito esta droga para existir!

Poesía,
sin ti mi vida es melancolía.
Por eso te mimo cada día.
¡Qué haría yo sin poder exprimir mi agonía!
¡Qué haría yo sin poder canalizar mi felicidad!
¡Soy pez en tu mar!
¡Soy esclavo sin tu libertad!

Biko.


lunes, 12 de marzo de 2012

Yo y mi alrededor


Abierto a la razón de los besos de mis sueños,
abrazado a la utopía de la mente y sus engaños, 
con el boli como dueño,
más el tiempo que me enseña,
con el rastro de los años atrapado en mi memoria,
victorias y desengaños... 


Frunciendo muy poco el ceño, 
intentando no hacer daño,
regalando más cariño, 
sigo en búsqueda del guiño 
de la esencia de la magia, 
encañonando al azar y viviendo entre delirios, 
vivencias en el destino 
que encontraré en un resquicio, 
mientras no paran latidos por consumirme la vida
tras una y otra caída.


Y el planeta haciendo ruido, 
callados los corazones, 
voces mudas que da el alma 
por amor y otras razones. 
La canción en esta vida, 
donde el que no muere hambriento 
lo mata el cáncer o el SIDA, 
donde en ánimas sin ánimo 
reside el odio y la envidia, 
donde tiempo a la hermosura 
conduce a la sepultura, 
pues juventud es mentira, 
se engendran más niños viejos 
entre guerra y desventuras.


Mozo.

viernes, 2 de marzo de 2012

Los colores de mi bandera.

Encerrándose en el papel
y abriéndose el corazón,
comienza este sastre a tejer
la bandera de su amor.

Lancé el rojo a la basura.
Lancé el amarillo a las brasas.
Derribando con bravura
las barreras de mi alma.

¡Y si Calma no me abraza!
¡Y si Odio hoy me atrapa!
Sin duda seré incapaz
de esta mi voz alzar
a la par de esta guitarra.

Porque yo no, hermano,
por tu origen no separo.
Mi amor y mi amistad
valen mucho, mucho más
que esas fronteras de gusanos.

Yo también puedo escupir veneno
pero prefiero ser la cura.
Seré tu guardián entre el centeno
y mataré al Odio tras la espesura.

Contagiarte con mis versos la felicidad
del que lo creía todo perdido.
Convencerte de la alegre realidad,
tras el llanto, del gozo merecido.


Biko.