La batalla de mi folio.

En una cara del dado está Amor.
En la otra cara está Odio.
Ambos habitan en mi corazón.
¿Quién ganará el pulso en mi folio?

En esta batalla naval,
mi aval
no será en balde.
El poeta banal
en el infierno arde.
Y ya ves,
que el fuego
no perdona a sus víctimas.
Él alimenta mi ego
y da juego
a mis líricas.

En esto mi cruzada
es mantener la mano alzada
por la lucha.
La bandera de mi alma
siempre izada
por aquel que escucha
la voz del que tiene algo que decir,
de quién se refugia en su cabeza
para saber qué sentir.

¡Y es para reír!
El pensar que cada rima es souvenir
cuando pedacitos de mi alma
se derraman
por el folio cual elixir.
¡Pero necesito esta droga para existir!

Poesía,
sin ti mi vida es melancolía.
Por eso te mimo cada día.
¡Qué haría yo sin poder exprimir mi agonía!
¡Qué haría yo sin poder canalizar mi felicidad!
¡Soy pez en tu mar!
¡Soy esclavo sin tu libertad!

Biko.

Yo y mi alrededor

Abierto a la razón de los besos de mis sueños,
abrazado a la utopía de la mente y sus engaños, 
con el boli como dueño,
más el tiempo que me enseña,
con el rastro de los años atrapado en mi memoria,
victorias y desengaños... 


Frunciendo muy poco el ceño, 
intentando no hacer daño,
regalando más cariño, 
sigo en búsqueda del guiño 
de la esencia de la magia, 
encañonando al azar y viviendo entre delirios, 
vivencias en el destino 
que encontraré en un resquicio, 
mientras no paran latidos por consumirme la vida
tras una y otra caída.


Y el planeta haciendo ruido, 
callados los corazones, 
voces mudas que da el alma 
por amor y otras razones. 
La canción en esta vida, 
donde el que no muere hambriento 
lo mata el cáncer o el SIDA, 
donde en ánimas sin ánimo 
reside el odio y la envidia, 
donde tiempo a la hermosura 
conduce a la sepultura, 
pues juventud es mentira, 
se engendran más niños viejos 
entre guerra y desventuras.


Mozo.

Los colores de mi bandera.

Encerrándose en el papel
y abriéndose el corazón,
comienza este sastre a tejer
la bandera de su amor.

Lancé el rojo a la basura.
Lancé el amarillo a las brasas.
Derribando con bravura
las barreras de mi alma.

¡Y si Calma no me abraza!
¡Y si Odio hoy me atrapa!
Sin duda seré incapaz
de esta mi voz alzar
a la par de esta guitarra.

Porque yo no, hermano,
por tu origen no separo.
Mi amor y mi amistad
valen mucho, mucho más
que esas fronteras de gusanos.

Yo también puedo escupir veneno
pero prefiero ser la cura.
Seré tu guardián entre el centeno
y mataré al Odio tras la espesura.

Contagiarte con mis versos la felicidad
del que lo creía todo perdido.
Convencerte de la alegre realidad,
tras el llanto, del gozo merecido.


Biko.

Brilla

Gastadas gargantas,
acabadas las canciones,
agotadas emociones,
derrumbadas cien pasiones...
Vive el fuego en mi saliva,
rompe el hielo de la vida
esa llama que renace
del gulag de las fugaces
razones para rendirse,
y aunque fácil resignarse
mejor vuela hacia otra parte,
navega para salvarte
de un pozo de desventura.
Mejor vive sin artura
con amor y otras locuras
pues tiempo todo lo cura.
Mas si más duran las penas
una rubia o una morena,
una noche con la luna
que sol mañana se estrena
en día recién nacido
y sigue sangre en las venas.
Cálzate,
pantalones y camisa,
no te olvides tu sonrisa
para exhibirla sin prisa
por el barrio de los tristes
donde ya no cuentan chistes...
Así que alegra esa mirada,
con el alma enamorada
de segundos del presente,
no dejes quedar dormidos
al corazón y la mente,
solo siente, y lucha....
porque brille lo corriente.

Mozo.

Mi verso, mi prosa.

Puedo escribir en verso,
y hacerte sentir cada beso
como si fuera el último.
El único, un cúmulo
de sentimientos que garganta arroja
y tras la tinta, un charco de sangre roja.

 Puedo escribir en prosa, y ser invencible. Sin más barreras que el horizonte, sin más pausa que un suspiro. Regodeándome en la belleza de las palabras creando curvas, bosques y lagos en un papel inocente.

Puedo escribir en verso,
y sentirme el preso
que entre estos barrotes
la libertad encuentra.
Desenterrando dorados lingotes
donde sólo había tierra.

 Puedo escribir en prosa y crear un monólogo en párrafos. Conociéndome a mí mismo y dándome a conocer. Entablando un juicio final con la razón a la derecha y a la izquierda, el corazón.

Puedo escribir en verso,
y crear de cristal un palacio
donde Poesía sonríe,
añorando al sincero
amor derramado.

 Puedo escribir en prosa y transmitir la idea de infinitud. Puede ser un mar con peces que ríen. Puede ser un cielo con aves que lloran.

Puedo escribir en verso
y transmitir la armonía
escondida en la agonía
de quién desea atrapar el tiempo
sin mas arma que su poesía.

 Puedo escribir en prosa con la impotencia del proletario que sufriendo la esclavitud del sistema no encuentra otra solución que rebelarse contra él.

Puedo escribir en verso
y sentirme un ser perfecto
que desde la cima envía
postales de cerezos
a quién mira hacia arriba.

 Hoy, ni gracias a Dios ni por suerte pues yo sólo lo busqué, puedo escribir. Os aseguro que no existe mayor don que éste. Sintiendo el amor y el dolor en la misma rima. Descubriendo lo que siento en cada nuevo texto. Encerrado en una habitación que sólo mi mano ilumina, dejándome llevar en este mi Universo de Tinta.


Biko.